Trabajar en tech - 5 lecciones vigentes
A medida que pasa el tiempo, adquiero más experiencia en el mundo laboral. Empecé a trabajar a los catorce años, como guía de campamentos de verano. Y aunque han pasado más de quince años desde ese primer trabajo, cada oportunidad que he tenido ha sumado al perfil profesional que tengo hoy. Tanto lo bueno como lo malo han dejado una huella en mí.
Hoy, trabajo en un grupo bancario francés, en el area de informática. Para llegar aquí, tuve que hacer mi camino andando(1). Con el paso del tiempo, he modelado mi propia personalidad dentro del mundo laboral: creativa, estratégica e innovadora. Te comparto algunas lecciones que he aprendido desde que empecé a trabajar en tech, y que pueden ser replicables en otros oficios:
1. Empieza por la unidad más pequeña
Sí. Si eres ingeniero y me lees tal vez vas a voltear los ojos y decir duh, es obvio. Sorpresa: no lo es. Cuando empecé a estudiar informática, rápidamente me di cuenta de que buena parte de mis compañeros se aproximaba a la resolución de problemas de una manera completamente distinta a la mía. En la universidad y en las oficinas de arquitectura, yo aprendí a resolver los problemas desde su conjunto, desde una visión macro. También aprendí a superponer la visión macro con la visión media y la visión micro, aprendí a resolver los problemas desde varios puntos de vista al mismo tiempo. Resolver un ejercicio desde el pedacito más chiquito, sin tomar en cuenta la visión macro, me parecía la postura más equivocada que a alguien se le podría ocurrir.
Otra vez, la que estaba equivocada era yo.
En informática, si intentas resolver un problema en su totalidad, te quedas sin pelos en la cabeza. Necesitas segmentar, dividir para conquistar. Me tomó varios meses darme cuenta de que lo más importante es hacer funcionar la unidad mínima, e iterar las veces que sean necesarias para optimizar la solución. Así, poco a poco lograrás resolver el problema en su totalidad.
Además, esta técnica de resolución de problemas te va a ayudar a evitar distracciones, la cual es la siguiente lección:
2. Mantén el enfoque
Hacer una sola cosa a la vez. Una solita. Nada de Whatsapp web y Spotify. Bueno, Spotify tal vez sí, si pones un playlist exclusivo de ruido blanco, o música instrumental, nada de voces.
Es muy fácil distraerse en el día a día laboral. Reuniones, colegas que necesitan ayuda, presentaciones, breaks. Todas estas actividades son válidas, pero al final del mes tu cobras un salario por aportar valor a la empresa donde trabajas. Dicho de otra manera: te pagan por resolver problemas. En ese sentido, es crucial que tu foco se mantenga sólido en las tareas que estás resolviendo.
Una estrategia que a mí me ayuda es crear en mi agenda laboral bloques de tiempo de trabajo cerebral. Con esto quiero decir, que suelo reservar estos bloques de modo que aparezco no disponible para mis colegas en la aplicación de mensajería colaborativa. Hay personas que igual me solicitan aun cuando aparezco no disponible, pero en líneas generales esta estrategia me ayuda a mí a definir estos períodos de tiempo donde yo sé que quiero meterme de lleno a resolver algún problema.
Suelo reservar bloques de dos a cuatro horas de trabajo cerebral. Por lo general, hago pausas cada dos horas de trabajo, para darle aire al cerebro, y al cabo de cuatro horas de trabajo super enfocado, estoy tan vaciada que prefiero terminar mi jornada laboral, o hacer una tarea completamente distinta, que requiera otras áreas de mi cerebro. Por ejemplo: si pasé toda la tarde trabajando en un script para automatizar alguna tarea, al final del día ya no tengo energía para hacer otra cosa. Prefiero irme a mi casa para descansar.
Por el contrario, mis mañanas comienzan con varias reuniones. Luego de estas reuniones, a veces puedo reservar dos horas de trabajo enfocado. Si trabajé intensamente durante dos horas al final de la mañana, ya a mediodía necesito un break. Lo mejor es hacer una merecida pausa para comer, disfrutar de los alimentos y pensar en otra cosa. Así, al regresar de comer decido si continúo con la misma tarea, o resuelvo otro problema más ligero.
3. Ser proactiva (de verdad)
Hace mas de tres años, cuando estaba en plena búsqueda de alternance(2), recuerdo ver de manera recurrente en los anuncios de empleo, la habilidad de ser proactiva. En mi mente yo me decía: yo soy súper proactiva, esto es pan comido, no entiendo por qué ponen esta habilidad a cada rato, es evidente.
La proactividad depende en gran parte de ti como empleada, pero creo que tienes que tener un contexto que sea propicio para que esta proactividad florezca. En mis empleos anteriores a la informática, tenía que realizar tareas muy precisas, donde la proactividad se materializaba desde otro ángulo.
Por ejemplo: en una de las oficinas de arquitectura donde trabajé, una de mis tareas era diseñar la planta baja de una guardería infantil; hacer tres o cuatro proposiciones de planta baja, para luego escoger una proposición con el jefe de proyectos, y empezar a resolverla a detalle. La tarea era densa, pero precisa al mismo tiempo. Además, es una tarea que toma meses.
Cuando empecé a trabajar en informática, fue la primera vez que tuve que voltear la tortilla. Primero, las tareas se definen con una duración de dos horas a dos días máximo. Volvemos a la lección inicial: las tareas se conciben desde la unidad más pequeña. Segundo, una gran parte de mis tareas está consagrada a resolver problemas que ya existen. Hay un porcentaje de mi trabajo que se enfoca en innovar y estar informada de las tecnologías emergentes, testear nuevas tecnologías. Pero una buena parte se dedica a resolver problemas existentes.
Entonces, ¿cómo se traduce la proactividad en este contexto? El reto es empezar a resolver un problema desde la unidad mas pequeña, sin distracciones; a medida que la resolución avanza, reflexionar sobre lo que salió bien o mal, para proponer nuevas soluciones. Cuando hayan puntos de bloqueo que no te permitan avanzar, el objetivo es buscar otras soluciones, ver el problema desde distintos ángulos. Si al primer obstáculo que encuentras, le dices a tu jefe que estás bloqueada y que no sabes cómo resolver el problema que tienes frente a ti... ¿Realmente estás aportando valor?
Ojo, esto no quiere decir que te vas a encerrar dentro de ti durante semanas y vas a permanecer bloqueada. La idea es decirse a sí misma: ok, tengo este problema, logré identificar de dónde viene. He intentado resolverlo aplicando la solución A y la solución B. La solución A no funciona por estas razones, y la solucion B no funciona por esta otra razón. Hoy voy a intentar la solución C, pero no sé si mi aproximación al problema es la adecuada, o si hay algo que no logro ver.
¿Ves la diferencia?
En el primer caso, te estás rindiendo apenas encuentras el primer bloqueo en tu camino; mientras que en el segundo caso, estas buscando distintas soluciones e intentando aplicarlas una a una, testeándolas. Esto te permitirá entender las ventajas y desventajas de cada solución aplicada, dónde hay bloqueos, y las limitaciones de cada solución. De esta manera, el output que le das a tu jefe es más valioso y profesional.
4. Anticipar los obstáculos que no dependen de ti
Cuando estás resolviendo problemas en tu trabajo, te vas a dar cuenta de por qué en los anuncios de búsqueda de empleo la habilidad de "trabajo en equipo" resalta de manera frecuente. Es normal que algunos puntos de bloqueo no dependan de ti, y que para resolver tus problemas necesites la acción de empleados que trabajan en otros equipos. O que los empleados de otros equipos tengan que tomar decisiones para que tu resolución de problemas pueda avanzar.
Estas acciones externas toman tiempo, y pueden retrasar la planificación que hayas establecido. Es normal. La clave en estas situaciones es estar atento, darte cuenta de los equipos "problemáticos", y anticipar estos tiempos dentro de tu planificación, así evitarás frustraciones o deadlines irrealistas. Es más fácil decirlo que hacerlo, porque tienes que vivirlo para entenderlo.
Pero una vez entiendes que tu trabajo esta interconectado con el trabajo de los demás, y que no puedes controlar los tiempos ni las prioridades de las demás personas, tendras una visión más macro de lo que implica resolver un problema dentro de tu trabajo. Esto te ayudará a crecer como profesional, y descubrir cuáles son las estrategias que mejor te funcionan a ti.
5. La comunicación es la base
La comunicación es un arte. En informática, aún más. Y en un idioma que no es tu lengua materna, ni te cuento.
Creo que con el tiempo cada quien encuentra la manera de comunicar que mejor le conviene. La utilización de las palabras correctas al expresar tus ideas toma tiempo, así como también mantenerte firme en tus posturas al momento de dar tu opinión. Por otra parte, el interlocutor a quien te diriges lo es -casi- todo. Si el mensaje que quieres transmitir no es comprendido por la persona que te esta escuchando, ¿estás aportando valor?
Hay algo que he aprendido durante estos tres años de trabajo en informática: el lenguaje que utilizo para cada interlocutor tiene que variar dependiendo de su perfil; la manera en que lo trato, también. Por ejemplo, cuando estoy discutiendo con personas que tienen un perfil técnico, me he dado cuenta de que tenemos la tendencia a no querer perder tiempo, ir directo al grano es una conducta que apreciamos en las conversaciones laborales (me incluyo en este paquete porque yo tengo un perfil tech). Por otra parte, si estoy en una reunión con managers, el lenguaje que utilizo es distinto porque la información que necesitan de mí es distinta: no me pierdo en los detalles técnicos, sino que hablo de obstáculos, progreso y resultados.
Por último, si estoy delante de perfiles de un oficio específico (en mi caso puntual, perfiles bancarios) la información técnica la tengo que abstraer aún más, para que sea comprensible. Sino, es muy probable que pierda la atención de mi interlocutor debido a la complejidad de mi lenguaje.
De ahí viene la importancia de pensar en aportar valor. En el mundo laboral, he aprendido que si no estás aportando valor, estás bloqueando a las personas que sí aportan.
El mundo laboral es un juego de sutilezas. De estrategia, de comunicación y de observación. Tú, ¿cómo lo ves?
(1) "Caminante no hay camino, se hace camino al andar."
(2) apprenticeship, pasantías.